Un grupo de cuentacuentos ameniza la Navidad de decenas de niños en un hospital paraguayo

25/12/2019 - 4:00 pm

Unos 70 niños pasan esta Navidad ingresados en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, y para hacer “más llevadera su estadía” y la de sus familias, recibieron la visita de “Pulga”, un perro de peluche protagonista de los cuentos con los que los voluntarios de “Clubdelibros” entretuvieron a los pequeños.

Por Noelia F. Aceituno

Asunción, 25 de diciembre (EFE).- La mañana de Nochebuena amaneció con las calles prácticamente vacías en Asunción y sin el habitual tráfico congestionado, pero los festejos navideños no interrumpieron la actividad del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, a unos 20 kilómetros de la capital, donde este jueves acudió un grupo de cuentacuentos.

Unos 70 niños pasarán la Navidad ingresados en ese centro como comentó a Efe la jefa del Departamento de Trabajo Social, Felicita Bert, y para hacer “más llevadera su estadía” y la de sus familias este miércoles recibieron la visita de “Pulga”, un perro de peluche protagonista de los cuentos con los que los voluntarios de “Clubdelibros” entretuvieron a los pequeños.

“Pulga” llegó hasta la sala de juegos del Hospital, donde le recibieron unos diez niños, acompañados por sus madres, padres y abuelas.

María Gloria Pereira, miembro del Clubdelibros Paraguay, narra un cuento durante una actividad con motivo de la Navidad. Foto: EFE

Allí, entre muñecas, peluches y lápices de colores, los niños escucharon las historias narradas por Feliciano Acosta, Alejandro Hernández, Vidalia Sánchez y María Gloria Pereira, esta última encargada de traducir Mafalda al guaraní, lengua oficial en Paraguay.

Niños del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu reciben libros con motivo de la Navidad este martes en San Lorenzo a unos 20 kilómetros de Asunción (Paraguay). Foto: EFE

Con los ojos bien abiertos y una sonrisa perenne instalada en sus caras, los niños olvidaron durante un rato los vendajes de sus piernas o las marcas de sondas en sus manos para no perder el hilo de las historias.

Los cuentos pasaron de la sala de juego a las habitaciones, donde muchos permanecían con goteo, y también al área de oncología.

En español y en guaraní, Acosta, Hernández y Pereira se acercaron a las camas de cada niño para narrar algunos de los cuentos y dejarles después un libro y un pan dulce como obsequios.

Los menores no fueron los únicos que disfrutaron con esta actividad, que también ayudó a distraer a sus padres en esta mañana de nochebuena.

Carlos Soria, padre de uno de los niños, agradeció que Pereira se sentara a leer un cuento en guaraní a su hijo Osvaldo porque “es del interior, de Concepción, y solo habla guaraní”, señaló a Efe.

“Ayuda muchísimo a los niños, porque se están entreteniendo con eso. Me gusta mucho, me encantó la iniciativa”, agregó este padre que sabe que tendrá que pasar tres semanas más en el centro.

La iniciativa de acercar los cuentos a los hospitales en estas fechas surgió hace 11 años con solo dos personas, como recordó Hernández a Efe, y más de una década después ya cuenta con 66 voluntarios y 33 actividades por todo Paraguay.

Además de hospitales, CLUBDELIBROS también visita albergues para niños en situación de calle y residencias de ancianos, donde dejan que sean las personas mayores quienes cuenten sus historias.

“Es un momento de distracción, porque el chico está internado, fuera de su ambiente, desarraigado, no está toda la familia, está solo en el hospital, en el ambiente del hospital”, indicó.

“El hecho de estar contando cuentos, de distraerlos un rato, de hacerlos olvidar el problema, aunque sea por dos o cinco minutos, arrancarles una sonrisa… Eso dice mucho, estamos convencidos de que les ayuda”, agregó el cofundador del Club.

Este año, prevén entregar casi 400 libros a los niños que visitan y dejar lotes en los centros, con materiales cedidos por las editoriales Servilibro, Atlas, En Alianza, Rosalba, Fausto Cultural y Fundación en Alianza.

En sus desplazamientos por el país han contado con el respaldo del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), y el apoyo de algunas municipalidades.

Hernández desea que otras organizaciones copien su iniciativa y la desarrollen durante otros meses del año, ya que ellos se centran solo en diciembre.

“Que los chicos sean los beneficiados, que todos los meses tengan a alguien que les esté cambiando la situación”, deseó.

Desde el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, la licenciada Felicita Bert aseguró a Efe que con estas actividades han encontrado “resultados muy buenos”, que ayudan a los niños a “escribir o pintar sus sentimientos y estado de salud”.

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